Lunes y martes no pasaba nada, me eras totalmente indiferente, pero el miércoles todo fue diferente. Fui leyendo todas y cada una de las letras, palabras y frases que me decías, asustándome un poco al principio, porque poco a poco fuiste derribando las murallas de mi autoprotección, cruzaste la “delgada línea roja” que separa a “una persona más” de “alguien especial”. Y ahora mas que nunca, muy, muy especial. Lograste convencerme de que el físico no es todo, de que miles de kilómetros en verdad son milímetros, que el sonido que producen las teclas cuando las presionas contra tus dedos, es música, es como si pudiera escuchar tu voz, sentirte a mi lado en cada clic del mouse. Convenciste a la fuerte seguridad que resguardaba a mi corazón, de que después de todo, nada es tan malo si podemos conectarnos, en alma y en corazón. No había ni aquí ni allá, era un lugar sin nombre, donde ambos estábamos mas que a gusto, desnudo el corazón y abierta la mente, dispuestos a todo, menos a perder, aunque en algún momento perdimos las inhibiciones y la cordura y nos entregamos de lleno a una aventura amorosa sin precedentes. Jueves y viernes ofrecimos menos resistencia al aplastante sentimiento que pujaba por poseernos, por hacernos cómplices de delitos sanos y divertidos, sin dejar de sonreír. Sábado lo confirmamos y sonreíamos con mayor intensidad, con todas las partes de nuestro cuerpo; el amor se filtraba por cada pequeña ranura que encontrase libre y empezaba a inundar nuestros cuerpos. La felicidad y el amor se olían en el ambiente. Las horas fueron segundos y los segundos, eternidades. Nos metimos en ese mundo sin nombre, solos los dos, desnudo el corazón, para querernos sin prisas, para conocernos, para recorrer todos y cada uno de los recovecos de nuestro cerebro y todos y cada uno de los pliegues de nuestra piel.
Eres tan importante para mi, tanto o más como lo soy yo para ti. Por eso te amo. Por eso y por tantas cosas más. Porque me enseñaste a amar, porque tomaste de mi mano y recorres conmigo el sinuoso y oscuro camino hacia la felicidad y la plenitud, el camino que muchos temen recorrer solos.
Porque te necesito en cada instante de mi vida, en cada poro de mi piel, en cada pensamiento, en cada lagrima y en cada sonrisa, en cada gota de sangre y en cada molécula de aire. Porque me necesitas, te amo. Porque me respetas, te amo. Porque me quieres, te amo. Porque me amas, te amo.
Amor no esta si le buscamos, nos aprisiona por sorpresa… ¿recuerdas?
Eres lo mejor que me ha pasado. No quiero perderte. No me dejes que yo no lo haré. Te amo, una y mil veces. Te amo mucho más.
1 comentario:
AHHHHHHHHHHHHH q hermoso!!!!!!! me sacaste la lagrima...... de quiero a mi amor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! pero bueno asi es la vida, tu amor es muy hermoso hermanita disfrutalo mucho y ojala q no se acabe, pero si se acaba y lo disfrutaste cada instante pues.... al menos eso te queda.....
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